¿Quienes Somos?
Somos la Comunión de Iglesias Católicas de Rito Anglicano: Nuestra comunión se fundamenta en la rica tradición del catolicismo reformado, y somos una expresión de la Iglesia Anglicana que guarda en su corazón la pureza y universalidad de la fe apostólica. Nos guiamos por la autoridad de la Palabra de Dios como “columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15), y en ella encontramos nuestra enseñanza y esperanza. Nuestro ministerio se enriquece con el uso del Libro de Oración Común y los 39 Artículos de la Fe, que resumen nuestra convicción de que la fe cristiana, como fue entregada por los Apóstoles, debe ser conservada, proclamada y vivida en su totalidad.
Una Iglesia que conserva la Tradición Católica: En obediencia al llamado del Espíritu Santo, nuestra fe anglicana católica reformada valora la razón como compañera de la revelación divina. Así, nuestra tradición es auténticamente católica, pues nos esforzamos por conservar los principios fundamentales de la Iglesia desde sus inicios, reconociendo en la historia y la liturgia un testimonio vivo de la verdad de Dios. Dios llamó a Abraham por pura gracia, y como leemos en Génesis 12:1-3, lo escogió para ser padre de un pueblo que reflejara su gloria. Así, nosotros también somos llamados a mostrar la gloria de Dios, confiando en Su poder para realizar lo que a los ojos humanos parece imposible.
Cristianos Católicos, Anglicanos y Apostólicos: Nos declaramos cristianos católicos anglicanos apostólicos, con una sucesión apostólica válida que nos conecta con la Iglesia primitiva. Nuestro clero, conformado por obispos, presbíteros y diáconos, ha sido válidamente ordenado en esta sucesión. Somos plenamente anglicanos, católicos y apostólicos, y mantenemos la esperanza de la unidad entre todos los creyentes, como oró nuestro Señor Jesús en Juan 17:21: “Para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti”.
El Amor de Cristo y la Unidad de la Iglesia: Nuestras iglesias se esfuerzan por practicar el amor incondicional que Jesús nos enseñó, acogiendo a todos con los brazos abiertos y mostrando el rostro de Cristo a un mundo necesitado. No buscamos uniformidad, sino esa unidad auténtica y diversa que vivió la Iglesia en los tiempos apostólicos. Con alegría y reverencia, invitamos a todos a experimentar la Santa Eucaristía del Libro de Oración Común en nuestras comunidades. En esta celebración, encontramos el centro de nuestra vida cristiana y renovamos nuestro compromiso de seguir a Jesús, amando y sirviendo a los perdidos y marginados.
Ven y descubre con nosotros esa rica espiritualidad anglicana que, a la vez, es profundamente católica. Juntos, elevemos nuestro espíritu y corazones en oración, acción y comunión, mientras seguimos a Cristo con amor y dedicación.