Nuestra Historia
Nuestro origen como anglicanos independientes se remonta a 1976, cuando la Convención General de la Iglesia Episcopal en los Estados Unidos de América aprobó la ordenación de mujeres al sacerdocio y al episcopado. Este cambio generó un desacuerdo significativo entre miles de clérigos y laicos episcopales, quienes consideraban que tales decisiones se apartaban de los principios de la tradición anglicana. Como respuesta, estos miembros disidentes se reunieron en la ciudad de San Luis, Missouri, en un evento conocido como el Congreso de St. Louis, organizado por la Fraternidad de Clérigos Preocupados (Fellowship of Concerned Churchmen).
Durante este congreso, se adoptó un documento clave llamado La Afirmación de San Luis, que establecía los fundamentos teológicos y espirituales de este movimiento. En él, los participantes expresaban su compromiso de «mantener la fe católica, el orden apostólico, la adoración ortodoxa y el testimonio evangélico de la iglesia anglicana tradicional», y se comprometían a tomar las acciones necesarias para asegurar la continuidad de estos valores en su comunidad de fe.
Este congreso y su declaración se consideran hitos fundacionales para los anglicanos independientes, quienes han seguido defendiendo su identidad y prácticas tradicionales en línea con los principios establecidos en San Luis.
En el año 2021, el presidente de la Iglesia Anglicana Conservadora en Colombia propuso a varios obispos de Latinoamérica la creación de una Comunión de Iglesias Conservadoras. La finalidad de esta iniciativa era preservar la pureza del evangelio en los tiempos actuales. Esta propuesta fue bien recibida y apoyada por destacados líderes religiosos: Obispo César Augusto Rozo Briceño, presidente de la I.A.C.C.; obispo José Cristóbal López (Q.E.P.D.); el obispo Jesús Manuel Mejía, presidente de la Iglesia Católica Anglicana del Perú; Obispo Aries Trinidad Aguilan, presidente de la Iglesia Anglicana Conservadora en Filipinas; Arzobispo Rudolf David Samue de India; y el obispo Alonso Álvarez, de la Iglesia Anglicana de Armenia, Quindío. Estos líderes fueron los fundadores de la Comunión.
A este grupo inicial se unieron posteriormente miembros de Kenia y Sudán del Sur en África. Finalmente, se incorporó el Arzobispo Alfred Dale Climie, presidente de la Iglesia Anglicana Conservadora en Norteamérica, quien actualmente es el Primado de la Comunión.